
Música fluyendo por los rincones de aquel lugar, gente poco común, gente de otro lado
vasos interminables, cigarros artesanales e ilícitos,
unos ojos verdes, un aroma peculiar...
música que envuelve el cerebro mientras se destruyen unas cuantas neuronas
mientras la adrenalina sube por los pies y esa batería suena en los pulmones
el contrabajo.
siniestro sentimiento, impulsan a un mosh
la gente se descontrola, se cae, se para, se patea
años sin sentir la música tan potente, tan envolvente, y los ojos casi cerrados le dan otro toque claro. un poco o mucha libertad.
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