Aquellos sueños.

Eres como la luna.


Se despertó con el corazón acelerado y escalofríos por la espalda, miro a su lado y ahí estaba el cuerpo inerte de aquel, lo contemplo, vio sus ojos cerrados, sus pestañas, su boca entre abierta, y sus manos cruzadas abajo de su cabeza, pensó en sus vidas y recordó aquel sueño que hace momentos atrás la despertó entre sollozos.
dormía mientras el hombre tan conocido entro a su cuarto, la miro desde el umbral de la puerta como si la vida acabara en ese instante, se acerco, sentándose a los pies de la cama bajo su cabeza y la puso entre sus manos, con aspecto frio pero a la vez irradiaba sentimientos, la volvió a mirar hasta que por fin le hablo...
eres de esas personas que no se olvidan, aquellas que marcan como tatuajes la piel gélida, estas ahí, estas aquí, estas en el aire, en mis ropas, en mis ojos
cada noche sueño con tu aroma, con tu calidez, con tus besos
cada día me despierto pensando en si te veré pasar como antes lo hacía
hoy desperté del sueño sublime, eras tu, tus manos, tus ojos, tu cintura
allí en mi cama a mi lado rodeándome con tus brazos, tu pelo con el aroma conocido y amado, tu piel solo tu piel, seduciéndome con tus piernas infinitas, rozando tus dedos en mi pecho, abdomen, caderas, me robaste el alma en ese sueño.
hoy estoy aquí, a los pies de tu cama mirando tu cuerpo cubierto con solo esa sabana
¿me quieres aun?...
te quiero.
comenzó a tirar de la sabana desde su posición dejando al descubierto sus hombros, sus brazos, sus senos, su cintura, sus caderas...
ella jadeaba, el la miraba, sus ojos sin apartarse. entonces se dirigió hacia ella le rozo el rostro con sus yemas y la besó, como si la vida se acabara en ese instante, como si el tiempo se congelara en ese beso, como si sus labios fueran el perfecto ensamblaje de sus almas.
se miraron otra vez, esta vez de frente, sus cuerpos amarrados por una extraña fuerza
se acariciaron, de besaron, se amaron sin mas olvidando todo, en el mas perfecto silencio, en el mas perfecto universo hasta quedar rendidos entrelazados en esa habitación.
entonces ella hablo.
eres como la luna, tan perfecto, tan hermoso, tan imposiblemente inolvidable.
pero como la luna cambias de igual forma, no se entenderte, no se sobrellevarte
y me aleje de ti, me aleje por que estas atrapado, ¿por que no me viste antes?
te quiero, ¿me quieres?
El solo la miro, se desato de sus brazos, beso su frente y se fue.
fue cuando sus lagrimas se convirtieron en sollozos que despertó,
miro a su lado y ahí yacía el cuerpo inerte de aquel hombre, poco perfecto, poco hermoso, poco excitante, pero el si la amaba mientras ella pensaba, por que.
por que el perfecto hombre no ocupaba su lugar.